lunes, 19 de noviembre de 2012

Breve introducción a la marcofilia

La creación del primer sello postal autoadhesivo corresponde sir Rowland Hill, quien propuso que el pago del porte o tarifa de correo fuese cancelado anticipadamente por el remitente y no por el destinatario como era hasta entonces. Precisamente, el sello postal se originó por la necesidad de que el correo contara con un elemento físico que certificara ese pago previo.
Pero una vez creado el sello, fue necesario dejar fehacientemente indicado que el mismo ya había cumplido su misión de satisfacer los derechos de porte. A tal efecto se crean los matasellos, cuya finalidad era indicar que un sello con dicha marca ya había sido utilizado, evitando así la reutilización y la consecuente elusión del pago del porteo correspondiente.
Con la creación del matasello se abre un inmenso y apasionante campo de estudio conocido como marcofilia. Cabe destacar que las marcas postales son anteriores al periodo filatélico y al extenderse sobre este periodo se hizo más profusa la variedad de marcas aplicadas a la correspondencia.
Se conoce como marcofilia el estudio de todas las marcas postales que se agregan a la correspondencia y aportan información acerca del franqueo, fechas de despacho y recepción, clasificación, transito, características del servicio como urgente, prioridad o certificada etc.
Dentro de los utilizados en el territorio de nuestro país, una forma de clasificarlos es tomando en cuenta el formato y/o las características generales de cada matasello.
Así es como podemos armar diferentes grupos como mudos, semimudos, lineales, franca, rombos, ojivas, óvalos, rectangulares, a pluma, elipses simples y dobles, círculos simples, dobles o tipleas con y sin fechador.
Dentro de los mudos podemos reunir todos aquellos formados por puntos chicos, puntos grandes, barras o paletas. Los semimudos se destacan principalmente los ferroviarios con las siglas FCN, FCO, marítimos con la sigla OM o que con una letra indican la localidad como G entre barras por Gualeguaychu o H de Humaitá. Entre los lineales los más frecuentes de ver son RIO 4, S.TIAGO LESTERO, GUALGUAICHU, MENDOSA, GUALEGUAI. En cuanto a los franca lineales se pueden ver con esta leyenda con letras de distintas fuentes y tamaño según la localidad donde se realizara la obliteración, idéntica situación se da con los certificados. Entre los circulares se pueden ver simples, dobles e incluso triples, con o sin fechador, estos son los que más información brindan, ya que se encuentra enunciada la localidad y la fecha donde fue despachada una pieza postal.
Se ilustra el presente post con una cubierta a Buenos Aires, franqueada con un Rivadavia 5 cts. 4ta tirada, obliterado con un matasello en elipse simple de Concordia color azul.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Florencio Molina Campos, el pintor gaucho

Florencio de los Ángeles Molina Campos, nació en Buenos Aires 21 de Agosto de 1891, más exactamente en la casa ubicada en la calle Lavalle 1693 , era hijo de Florencio Molina Salas y de Josefina del Corazón de Jesús Campos. De pequeño pasaba sus vacaciones en una estancia llamada Los Ángeles que su familia tenía en la localidad de General Madariaga.
Su padre falleció cuando él tenía 14 años, y esto marcó una bisagra en su vida, ya que a partir de allí, dejó de tener la vida acomodada que llevaba y tuvo que empezar a trabajar, haciéndolo primeramente en el Correo, luego en el Ministerio de Obras Públicas y en la Sociedad Rural Argentina. En 1926 decide llevar adelante la primera exposición de sus trabajos, la misma tuvo lugar en las instalaciones de la Sociedad Rural Argentina. La muestra fue visitada por el entonces presidente de la Nación, Marcelo T. de Alvear, quién quedó muy impresionado por la obra y muestra de ello adquirió una pintura llamada “Charqueando” Un año más tarde, en ocasión de encontrarse en Mar del Plata preparando su segunda exposición, conoció a María Elvira Ponce Aguirre, quién se convertiría en su segunda esposa, luego de un matrimonio fallido con María Hortensia Palacios Avellaneda, con quién tuvo a su única hija Hortensia Palacios.
Su obra se centra en la caricaturización de personajes gauchescos en donde se puede apreciar además de sus grandes dotes como artista, a un agudo observador de la realidad.
En al año 1930, llega a un acuerdo con la empresa Alpargatas, para la realización del calendario del año siguiente, en la que acordaron un pago de $ 6000 para la elaboración de 12 originales. Los almanaques se editaron entre 1931 y 1945 con una breve interrupción entre los años 1937 y 1939 .
Este trabajo tuvo un éxito resonante y catapultó su fama de gran artista, incluso Walt Disney en un viaje a Argentina en 1941, lo visitó en su casa de Moreno, pero Molina Campos se encontraba de viaje. Tenía un talento único para reflejar en su pintura personajes y costumbres del arquetipo nacional, tanto que su fama trascendió las fronteras nacionales y su obra suele encontrarse en las principales casas de subastas del mundo. Un 16 de Noviembre de 1959 producto de una enfermedad terminal, deja de existir a la edad de 60 años en la ciudad de Buenos Aires.
En 1992 en Correo Argentino emitió dos sellos de $ 0,38, uno con "Tileforo Areco", entrañable personaje de sus pinturas que evocaba al capataz de la estancia donde paso su niñez y el otro con la viñeta de la pintura denominada "A la sombra", de ambos ejemplares se emitieron 154,000 unidades, que hoy embellecen numerosas colecciones de sellos argentinos como temáticas. Se acompaña una imagen de un sobre primer día de la citada emisión.